OtiBlog

Como os avancé en un post anterior, continúo describiendo mi aventura en Toronto.

Los primeros días me invadía una sensación que creo que a todo español le ocurre cuando viaja al extranjero. ¿Qué diablos me está diciendo este? ¿Qué leñes ha dicho el tio este por el altavoz? Lees mal los carteles, o lo peor de todo te inventas lo que pone realmente 🙂

Como os dije, me alojé en un hostel a dos bloques de la CN Tower. Dos bloques, aunque parezcan pocos, son casi 15 minutos andando. Si no, mirad la foto, ya que parece que está ahí al lado:

La CN Tower creo que es el edificio con más encanto de todo Toronto. Considerada una de las siete maravillas del mundo, la puedes ver desde cualquier parte de la GTA (Greater Toronto Area). Tiene una altura de 553,33 metros, y su observatorio, de visita obligada al igual que el restaurante 360º, se encuentra a una altura de 447 metros. El ascensor alcanza una velocidad de 22 km/h tardando casi un minuto en llegar al restaurante 360º. La sensación de velocidad te invade el estómago, sobretodo al principio cuando acelera, tienes que mantener la boca abierta durante la subida, ya que si no se te pueden taponar los oídos, lo cual no es de agrado 🙂

Pareceremos una hormiga al lado de ella. Alrededor de la torre, actualmente no existen grandes construcciones altas que contrarreste la majestuosidad de la misma. Encontraremos el estadio Rogers Centre Stadium del equipo local de baseball, los BlueJays.

Más adelante, quizás en otro post, os hablaré de mi experiencia viendo un partido de baseball 🙂

Si nos alejamos de la torre en dirección al oeste, por cualquiera de las grandes avenidas como King o Queen Street, nos adentraremos en el interior del centro financiero de Toronto, Downtown. Aquí podremos ver la gran mayoría de edificios altos de la ciudad. Una cosa peculiar de Toronto es que desde la torre podremos observar la notoria separación de la zona residencial, edificios de como máximo 5 o 6 plantas, y Downtown, como muestra la siguiente imagen:

Justo antes de llegar a Dundas Street, nos encontramos el centro comercial más grande de Toronto que se encuentra en el propio Downtown. Pero antes de todo nos encontraremos, antes de un edificio que parece de cristal, el ayuntamiento de Toronto. La estética del edificio contrasta con el resto de moles construidas alrededor de él.

Como no, mi foto favorita 😉

La altura de la mayoría de los edificios son similares al de la foto de la izquierda.

Para mí, el cruce de la izquierda es el más exagerado que he visto en Toronto.

Y como no, para finalizar, un par de imágenes de mi base de alimentación, nada de dieta sana, ¿como no?

Toronto, la ciudad cosmopolita.